Sigo con mi carrera de laaaaaarga distancia en esto de hacer cosas jugables. Decidí poner en práctica algunas de las cosas que había aprendido a sangre y fuego en un miniproyecto y de paso, como que no quiere la cosa, darle duro a los píxeles y meterle mano a la animación pixelada, lo que tenía abandonado desde hace siglos. Y de paso probar estéticas y rollitos visuales para proyectos intangibles que pululan por mi coco desde hace tiempo. De ahí nació «Enfant Terrible», lo dicho, chufa de código y cajón de sastre estético. Como siempre, mil gracias al genial Jorge Gállego Lorén por su aportación sonora (cuya mitad aun o ha visto la luz, pero que lo hará en cuanto vuelva a meterle mano a esto ;).