El cyberpunk es un lugar común con unos ingredientes estéticos tan potentes que es imposible no volver a él de vez en cuando y disfrutar creando alguna escena degenerada. Tengo mi propia visión acerca de como sería ese futuro distópico: sucio, violento, degenerado, genuino… De callejones sucios, ahora situados en mega-urbes que se alzan cientos de metros sobre el suelo, de bandas callejeras y tribus urbanas extremas, de prótesis cibernéticas, implantes cableados y tatuajes de «tecnostalgia»: viejos disquetes, cables USB, memorias inservibles… De lucha dentro y fuera de la realidad virtual, de muerte y caos, y lluvia, mucha lluvia 🙂